El modelo de colisiones permite explicar cómo unas sustancias pueden combinarse para dar lugar a otras.
Se basa en que para que una reacción química tenga lugar, las moléculas de los reactivos deben chocar previamente entre sí.
De los múltiples choques posibles, sólo algunos de ellos, las llamadas colisiones eficaces, darán lugar a la formación de nuevos productos, mientras que otros, las colisiones ineficaces, no formarán producto alguno, quedando los reactivos como estaban inicialmente.
Para que una colisión sea eficaz deben cumplirse dos factores:
1. Que el choque tenga lugar con una orientación adecuada que permita que puedan formarse nuevos enlaces entre los átomos.
orientación adecuada
2. Que el choque proporcione la energía suficiente.
Para que una reacción química se produzca tiene que producirse un estado intermedio, llamado complejo activado, que para llegar a él requiere una determinada energía, llamada de activación. Esta energía sería el desencadenante de la reacción.
energía activación
Fuente de los archivos y de la imagen: http://www.mhhe.com/
En las reacciones químicas se rompen enlaces y se forman otros nuevos. La rotura de enlaces de los reactivos consume energía. La formación de enlaces de los productos libera energía. Del balance de ambas cosas se deduce si el proceso neto necesita o produce energía. Esta energía puede ser térmica (lo más habitual), eléctrica, sonora, luminosa, etc
Si en el balance se libera más energía que la que se consume, estaremos ante un proceso exotérmico. El resultado es que la reacción transcurre con liberación de calor.
Si es a la inversa, se consume más energía que la que se libera, nos hallaríamos ante un proceso endotérmico. El resultado sería una reacción que requeriría una aportación de calor.